Nuestros hechos todavía viajan con nosotros de lejos,
Y cuáles hemos sido
nos hace cuáles somos.
---George Eliot
Despertó en 2 de la tarde, puesta encendido mis pantalones vaqueros de la emergencia y caminada encima a la estación de Arco para los cigarrillos. El vendedor del este-que miraba de mediana edad, medio era el intentar poco ocupado desenredar otra bomba del gas se mezcla -para arriba con pequeño Kimmie lindo, el encargado de almacén, y un cliente del trabajador del carnaval. El trabajador del carnaval dijo que ella pagó el valor $6 del gas y que no consiguió ninguno, deseado el vendedor girar la bomba otra vez el suyo interruptor del interior.
Clasificaban este todo hacia fuera mientras que estaba parado allí. Pacientemente estando parado allí. Mi corriente de la sangre me regañaba para la nicotina. El vendedor hizo que el suyo repartiera para tomar mi dinero, pero no había preguntado lo que deseé todavía. Su cabeza todavía fue dada vuelta hacia la conversación que él tenía con Kimmie.
Estaba parado allí pacientemente, esperando el pequeño cumplido que me utilizan a al hacer una compra: ¿el pequeño cumplido del vendedor que me mira y que dice "sí? Puedo le ayudo?" o algo, cualquier cosa, reconocer mi existencia en este planeta (mucho menos mi existencia que está parada derecha delante de él en el lado del cliente del contador).
Esto no es la primera vez que he tenido que estar parado en el contador de Arco mientras que la bomba del gas mezclar-sube tuvo que ser clasificada hacia fuera por las revisiones enfocadas de los recibos de la caja registradora. Los clientes del gas llenan para arriba en ellos a veces. Era encargado de almacén de conveniencia con las bombas del gas. Recuerdo la confusión y el caos que se pueden crear por un cliente del idiota que no sepa funcionar una bomba del gas. Es como un accidente de la autopista sin peaje: los coches llenan para arriba en usted.
Pero mi vendedor del este medio bombeaba su palma outstretched en mí, el gesto internacional para la "elasticidad yo el dinero" mientras que a otra parte lo contrataron mentalmente. Tan le di los veinte. Él habló mayor con Kimmie sobre el enredo de la bomba del gas mientras que él ausente sostuvo mis veinte. Finalmente, la decisión había sido tomada. La bomba número 9 sería reintroducida para dispensar otro valor $6 del gas a la mujer del carnaval.
Ahora mis vueltas del vendedor hacia mí. Él reconoce que desearé un paquete del mentol 100s de Carlton antes de que él realice que él está sosteniendo mis veinte y lance un paquete de mi marca de fábrica sobre el contador. Sonrío. Soy el único cliente que compra esta marca de fábrica. Kimmie pide el Carltons apenas para mí. Soy una entidad sabida en este Arco.
Pero algo es incorrecto. El vendedor apenas está parado allí que me mira, mis veinte colgando de su mano como él no es seguro cuál a hacer con él.
Lo miro. Él me mira. Estoy esperando el cambio. Él está esperando algo. No sé lo que. La sangre en mis venas es más ruidosa ahora, exigiendo la nicotina. No puedo entregar la nicotina hasta que consigo mi cambio de los veinte y camino afuera, donde, para ahora, todavía está legal fumar.
Él me mira. Lo miro. Él fija los veinte en la repisa de la caja registradora, piensa mejor en ella, y palmas él otra vez. Cuál es la confusión, me pregunto. Miro en sus ojos. Puedo ver que las luces están encendido adentro allí, pero el cambio no está viniendo. Finalmente él me pregunta:
"usted deseó el gas con eso?"
"NO A MENOS QUE USTED QUISIERA que LO PEGARA ENCIMA DE MI ASNO," mi apego de la nicotina grita impacientemente en él, "yo CAMINÓ aquí."
Kimmie dado vuelta y dicho algo a mí sobre ser malo, pero yo lo miraba como salto que comenzaba el lado de cambiar-fabricacio'n del cerebro, sorta de mi vendedor como esas paletas eléctricas el uso de los individuos de la ambulancia de conseguir el corazón de un paciente que batía otra vez. Era una cosa de L.A. un poco a decir. Conseguí mi cambio.
Clasificaban este todo hacia fuera mientras que estaba parado allí. Pacientemente estando parado allí. Mi corriente de la sangre me regañaba para la nicotina. El vendedor hizo que el suyo repartiera para tomar mi dinero, pero no había preguntado lo que deseé todavía. Su cabeza todavía fue dada vuelta hacia la conversación que él tenía con Kimmie.
Estaba parado allí pacientemente, esperando el pequeño cumplido que me utilizan a al hacer una compra: ¿el pequeño cumplido del vendedor que me mira y que dice "sí? Puedo le ayudo?" o algo, cualquier cosa, reconocer mi existencia en este planeta (mucho menos mi existencia que está parada derecha delante de él en el lado del cliente del contador).
Esto no es la primera vez que he tenido que estar parado en el contador de Arco mientras que la bomba del gas mezclar-sube tuvo que ser clasificada hacia fuera por las revisiones enfocadas de los recibos de la caja registradora. Los clientes del gas llenan para arriba en ellos a veces. Era encargado de almacén de conveniencia con las bombas del gas. Recuerdo la confusión y el caos que se pueden crear por un cliente del idiota que no sepa funcionar una bomba del gas. Es como un accidente de la autopista sin peaje: los coches llenan para arriba en usted.
Pero mi vendedor del este medio bombeaba su palma outstretched en mí, el gesto internacional para la "elasticidad yo el dinero" mientras que a otra parte lo contrataron mentalmente. Tan le di los veinte. Él habló mayor con Kimmie sobre el enredo de la bomba del gas mientras que él ausente sostuvo mis veinte. Finalmente, la decisión había sido tomada. La bomba número 9 sería reintroducida para dispensar otro valor $6 del gas a la mujer del carnaval.
Ahora mis vueltas del vendedor hacia mí. Él reconoce que desearé un paquete del mentol 100s de Carlton antes de que él realice que él está sosteniendo mis veinte y lance un paquete de mi marca de fábrica sobre el contador. Sonrío. Soy el único cliente que compra esta marca de fábrica. Kimmie pide el Carltons apenas para mí. Soy una entidad sabida en este Arco.
Pero algo es incorrecto. El vendedor apenas está parado allí que me mira, mis veinte colgando de su mano como él no es seguro cuál a hacer con él.
Lo miro. Él me mira. Estoy esperando el cambio. Él está esperando algo. No sé lo que. La sangre en mis venas es más ruidosa ahora, exigiendo la nicotina. No puedo entregar la nicotina hasta que consigo mi cambio de los veinte y camino afuera, donde, para ahora, todavía está legal fumar.
Él me mira. Lo miro. Él fija los veinte en la repisa de la caja registradora, piensa mejor en ella, y palmas él otra vez. Cuál es la confusión, me pregunto. Miro en sus ojos. Puedo ver que las luces están encendido adentro allí, pero el cambio no está viniendo. Finalmente él me pregunta:
"usted deseó el gas con eso?"
"NO A MENOS QUE USTED QUISIERA que LO PEGARA ENCIMA DE MI ASNO," mi apego de la nicotina grita impacientemente en él, "yo CAMINÓ aquí."
Kimmie dado vuelta y dicho algo a mí sobre ser malo, pero yo lo miraba como salto que comenzaba el lado de cambiar-fabricacio'n del cerebro, sorta de mi vendedor como esas paletas eléctricas el uso de los individuos de la ambulancia de conseguir el corazón de un paciente que batía otra vez. Era una cosa de L.A. un poco a decir. Conseguí mi cambio.
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